Bodegas de Rioja campo viejo


bodegas de Rioja 
campo viejo

Campo Viejo (llamada antes Juan Alcorta) es un ejemplo de bodega de última generación, concebida desde el principio para desempeñar una triple función que trasciende la actividad tradicional del sector vinícola. En primer lugar, es una bodega de elaboración y crianza de grandes dimensiones; en segundo lugar, un destino singular de turismo enológico, y en tercer lugar, una sede social capaz de potenciar la imagen de la empresa, acogiendo diversos eventos y acciones de marketing.
La bodega cuenta con un emplazamiento excelente, en lo alto de un cerro situado en las inmediaciones de Logroño, muy próximo a zonas edificadas pero en un entorno ya plenamente rural, con extensos cultivos de vid. La cima del cerro es plana como una meseta, está cubierta también de viñas (una pequeña parte de las 1.900 hectáreas que abastecen a la bodega) y posee amplias vistas de la Sierra de Cantabria, el valle del Ebro y la propia capital de La Rioja.
Para llegar a la bodega hay que ascender por una sinuosa carretera que pertenece a la finca y después conducir por una pista de tierra entre las viñas. Un recorrido que parece pensado específicamente para los visitantes, ya que el "edificio social", en el que son recibidos, está en realidad muy próximo al "edificio de oficinas", que tiene un acceso mucho más directo.
Los edificios en sí son dos construcciones sobrias, de líneas rectas y color claro, con fachadas revestidas de piedra labrada y algunos elementos de madera. El verdadero cuerpo de la bodega se encuentra bajo tierra, excavado en la montaña a la manera de los antiguos calados, de acuerdo a criterios enológicos y arquitectónicos. Por un lado, la uva y el vino se mueven por gravedad a lo largo de todo el proceso de elaboración y las salas de crianza poseen condiciones naturales similares a las de las cuevas tradicionales. Por otro, la construcción pasa prácticamente inadvertida desde el exterior, sin alterar apenas el paisaje.
El responsable del proyecto, que ganó el premio internacional Best of Wine Tourism 2003 en la categoría de arquitectura, fue Ignacio Quemada, arquitecto riojano conocido hasta entonces por su colaboración con Rafael Moneo. Bajo tierra la bodega posee dimensiones espectaculares, que la sitúan entre las mayores de Europa: 38.000 m2 de superficie; salas de hasta 16 metros de altura; 327 depósitos de acero con una capacidad total de 30 millones de litros; 70.000 barricas de roble americano y francés reunidas en un único espacio, y un botellero de seis millones de unidades. Todo ello para producir cada año unos 20 millones de litros de vinos de crianza, reserva y gran reserva, con las marcas Campo Viejo, Alcorta y Azpilicueta.
Las instalaciones incluyen también cuatro comedores de diversas capacidades, cocina, sala de catas, sala de usos múltiples, enotienda y bar de vinos, en el que concluyen las visitas guiadas con la degustación de una copa de tinto crianza. Estos espacios están disponibles para la organización de reuniones de empresa, convenciones y eventos especiales, tales como desfiles de moda, conciertos, concursos gastronómicos o talleres de enología.


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